martes, 15 de abril de 2014

El Dios que da vida. Sermón Predicado el domingo 14 de Octubre de 2012 en Puerto Montt. Por Fernando Madariaga C.

EL DIOS QUE DA VIDA.
Ezequiel 37.

37 La mano de Jehová vino sobre mí, me llevó en el espíritu de Jehová y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Me hizo pasar cerca de ellos, a su alrededor, y vi que eran muchísimos sobre la faz del campo y, por cierto, secos en gran manera. 3 Y me dijo:
—Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?
Yo le respondí:
—Señor, Jehová, tú lo sabes.
4 Me dijo entonces:
Profetiza sobre estos huesos, y diles: “¡Huesos secos, oíd palabra de Jehová! 5 Así ha dicho Jehová, el Señor, a estos huesos: Yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6 Pondré tendones en vosotros, haré que la carne suba sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré en vosotros espíritu, y viviréis. Y sabréis que yo soy Jehová.”
Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba se oyó un estruendo, hubo un temblor ¡y los huesos se juntaron, cada hueso con su hueso! 8 Yo miré, y los tendones sobre ellos, y subió la carne y quedaron cubiertos por la piel; pero no había en ellos espíritu. 9 Me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu que así ha dicho Jehová, el Señor: “¡Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, y vivirán!”» 10 Profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron y se pusieron en pie. ¡Era un ejército grande en extremo!
11 Luego me dijo: «Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. Ellos dicen: “Nuestros huesos se secaron y pereció nuestra esperanza. ¡Estamos totalmente destruidos!” 12 Por tanto, profetiza, y diles que así ha dicho Jehová, el Señor: Yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío; os haré subir de vuestras sepulturas y os traeré a la tierra de Israel. 13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. 14 Pondré mi espíritu en vosotros y viviréis, y os estableceré en vuestra tierra. Y sabréis que yo, Jehová, lo dije y lo hice, dice Jehová.»
Introducción:
El campo de concentración de Auschwitz-Birkenau fue un complejo formado por diversos campos de concentración, de experimentación médica y de exterminio en masa de prisioneros construido por el régimen de la Alemania nazi tras la invasión de Polonia de 1939, al principio de la Segunda Guerra Mundial.
Situado a unos 43 km al oeste de Cracovia, fue el mayor centro de exterminio de la historia del nazismo, donde se calcula que fueron asesinados entre 1,5 millones y 2,5 millones de personas, la gran mayoría de ellas judías, además de eslavos, prisioneros de guerra, etc, además de medio millón por enfermedades y hambre.
El 27 de enero de 1945 los aliados entraron a Auschwitz y liberaron a los prisioneros que quedaban, en gran parte los que estaban confinados en la enfermería y los que no poseían ya las facultades físicas para verse envueltos en las marchas de la muerte, gracias a esto el mundo pudo ver la horrenda realidad de estas instalaciones clandestinas, los millares de huesos esparcidos, tal como lo señala el profeta Ezequiel.

Al releer este capitulo se me viene a la memoria las imágenes más impactante de la 2da. Guerra mundial, el cuadro del valle de los huesos secos no es una fantasía sino que representa la más terribles de las realidades.

Por otra parte, la interpretación bíblica más conservadora vincula este pasaje a la restauración del pueblo de israel y cómo el Señor los levantó de ser un pueblo casi exterminado en Auschwitz a la 6ta. Potencia mundial en cuanto a ejército, (un ejercito grande en extremo), pero la palabra de Dios nos habla de muchas maneras y su mensaje es para el contexto local del pasaje como también para un contexto remoto, y en esencia la biblia nos revela los principios con los que Dios gobierna los destinos de los pueblo y cumple sus propósitos.

Quiero en esta mañana exponer este capitulo 37 de Ezequiel a la luz de las evidencias de la historia, de los códigos teológicos, de los símbolos proféticos, para que una vez que entendamos estas cosas comprendamos también que nosotros hoy necesitamos de la misma vida que recibieron estos huesos, el mismo espíritu de los cuatro vientos necesita soplar hoy sobre nosotros, la misma unción que hace que lo muerto vuelva a la vida es la que necesitamos hoy para cada uno de nosotros, le he pedido al Señor que levante un ejército como estos que se levantaron del valle de huesos secos, !necesitamos declarar con fuerza que lo muerto vuelve a la vida! La vida de Cristo es más poderosa que el poder del pecado y de la muerte que mora en nosotros, la vida abundante esta disponible para cada uno de nosotros, es preciso que los oídos de nuestro espíritu sean abiertos, que nuestro entendimiento espiritual sea despertado de la oscura noche de la ignorancia, en definitiva es preciso escuchar la voz de Dios como como esos huesos escucharon la voz de Ezequiel, creo que Dios puede hacer vivir lo muerto y seco... levanta tus manos, levanta tu voz... hay vida en Jesús... lo muerto tiene que vivir... Aleluya!!


I.                   En primer lugar me gustaría revisar algunos aspectos de suma importancia para entender este pasaje...
A. Ezequiel fue llevado “en el espíritu”, el espíritu no está limitado al tiempo ni al espacio.
B. Ezequiel es un profeta de visiones... por tanto deben ser interpretadas como símbolos de un mensaje profundamente espiritual. Veamos los símbolos para interpretar este pasaje.

II.                Los huesos secos.
A. Nos revelan un cuadro de profunda destrucción y muerte. Muertos insepultos, ausencia de justicia, destrucción repentina donde no hay forma de escapar.
B. Los huesos
El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto por tejidos duros y blandos. El principal tejido duro es el tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células (osteocitos) y componentes extracelulares calcificados. Hay 206 huesos en el cuerpo humano.
Los huesos en el ser humano, son órganos tan vitales como los músculos o el cerebro, y con una amplia capacidad de regeneración y reconstitución. Sin embargo, vulgarmente se tiene una visión del hueso como una estructura inerte, puesto que lo que generalmente queda a la vista son las piezas óseas —secas y libres de materia orgánica— de los esqueletos luego de la descomposición de los cadáveres.
Los huesos poseen varias funciones en el organismo humano. Ellas son:

    Actúan como sostén: Los huesos forman un cuadro rígido, que se encarga del sostén de los órganos y tejidos blandos.
    Permiten el movimiento: Gracias a los músculos que se fijan a los huesos a través de los tendones, y a sus contracciones sincronizadas, el cuerpo se puede mover.
    Protegen a los órganos: Los huesos forman diversas cavidades que protegen a los órganos vitales de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo o calota protege al cerebro de posibles golpes que pueda sufrir éste, y la caja torácica (o sea, las costillas y el esternón), protegen a los pulmones y al corazón.
    Homeostasis Mineral: El tejido óseo se encarga del abastecimiento de diversos minerales, principalmente el fósforo y el calcio, que son muy importantes en funciones que realiza el organismo como la contracción muscular, lo cual es el caso del calcio. Cuando uno de éstos minerales es necesario, los huesos lo liberan en el torrente sanguíneo, y éste lo distribuye por el organismo.
    Contribuyen a la formación de células sanguíneas: La médula ósea o roja, que se encuentra en el tejido esponjoso de los huesos largos (como por ejemplo la pelvis, las vértebras, etc), se encarga de la formación de glóbulos rojos o eritrocitos. Este proceso se denomina hematopoyesis.
    Sirven como reserva energética: La médula ósea amarilla que es el tejido adiposo que se encuentra en los canales medulares de los huesos largos, es una gran reserva de energía.

C. Significado de esta visión.
1.                  Esta visión es un diagnóstico de lo más lapidario y terrible que puede salir desde el cielo hacia la humanidad, y  pienso que no está lejos de la realidad de muchos hoy en día, el apostol pablo en libro de romanos, al referirse a la realidad del hombre que ha rechazado a Dios lo describe con estas palabras...

“Todos se desviaron del camino, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan, veneno de áspides hay debajo de sus labios;”.

Creo que cuando Dios mira nuestras iglesias, las otroras cunas de avivamientos, no ve más que un montón de huesos secos,
Permítanme leerles este fragmento de un mensaje de Charles Spurgeon, El libre albedrio un esclavo;

No pienses, oh hombre moral, que tú serás capaz de comparecer ante Dios sólo con tu moralidad, pues no eres otra cosa que un cadáver embalsamado en legalidad, un esqueleto vestido elegantemente, pero finalmente putrefacto a los ojos de Dios. ¡Y tampoco pienses tú, que posees una religión natural, que tú puedes hacerte aceptable ante Dios mediante tu propia fuerza y poder! ¡Vamos, hombre! ¡Tú estás muerto! Y tú puedes maquillar a un muerto tan gloriosamente como te plazca, pero no dejará de ser una solemne burla.

Allí está la reina Cleopatra: con una corona sobre su cabeza, vestida con sus mantos reales, siendo velada en la sala mortuoria. ¡Pero qué escalofríos recorren tu cuerpo cuando pasas junto a ella! Aun en su muerte, se ve bella. ¡Pero cuán terrible es estar junto a un muerto, aun si se trata de una reina muerta, muy celebrada por su belleza majestuosa! Así también tú puedes tener una belleza gloriosa y ser atractivo, amable y simpático; te pones sobre tu cabeza la corona de la honestidad, y te vistes con los vestidos de la rectitud, pero a menos que Dios te haya dado vida ¡oh, hombre! a menos que el Espíritu haya obrado en tu alma, tú eres a los ojos de Dios tan desagradable, como ese frío cadáver es desagradable para ti”.

2.                  Pero esta visión no es solo un diagnóstico sino una solemne advertencia hacia una iglesia que se vuelve a la apostasía -horrenda cosa es caer en manos de un Dios vivo- un valle de huesos secos es un pueblo que en un momento salio a la batalla, se enfrentó al adversario pero fue derrotado, así terminarás tu carrera si le sigues dando lugar al enemigo, si sigues amando al mundo más que a Dios, estamos metidos en algo serio, es tiempo de vestirse de las armas de la luz pues la noche esta avanzada.
3.                  Si sientes escalofríos al ver las imágenes de los campos de concentración, piensa que así ve Dios a muchos de sus hijos en este tiempo.

II.                La palabra de Dios.
Hebreos 4:12 dice que la palabra de Dios es viva y eficaz, pienso que este versiculo es mucho más que un lindo slogan, es una tremenda verdad, la palabra de Dios es viva, y no solo eso, la palabra de Dios produce vida.

A. La palabra de Dios vino por medio de la profecía. La profecía a menudo es entendida como una predicción del futuro, no obstante, la profecía es el mensaje de Dios, es el oráculo de Dios, a través de un hombre.
B. La palabra de Dios vino por medio de un hombre.
                    Fue guiado por el espíritu
                    Fue obediente
De la misma forma en este tiempo, El Señor necesita despertar a sus profetas, no solo predicadores, no solo expositores de la palabra, verdaderos profetas de Dios, no debemos menospreciar la profecía, el Señor quiere hablar fuertemente pero necesita a sus hombres y mujeres que traigan su palabra, que escuchen su voz y que obedezcan. No hay otra manera, ni se inventará otra manera en que la muerte sea vencida, en que los huesos secos recobren vida.
Las estructuras religiosas se han levantado para callar la voz de los profetas, para sembrar la incredulidad, las fuerzas de las tinieblas saben muy bien que la palabra que sale de Dios dará vida nuevamente a la Iglesia, por eso hay una lucha constante, porque Dios quiere levantar a sus hombres y mujeres, aquellos que digan a los huesos secos, !huesos secos vuelvan a la vida! No es fácil, pero es la manera que Dios nos dará vida, con sermones de ofertas no vamos a hacer que nadie viva, con doctrinas de moda no haremos que nadie se levante, pero una palabra de Dios hará estruendos, hará que los huesos esparcidos comiencen a juntarse uno por uno, que los tendones vuelvan a unir las coyunturas, que las carnes y la piel vuelva a cubrir esos huesos, como Jesús le gritó a Lázaro !sal fuera! Necesitamos una voz profética que nos diga vuelve a la vida, ministerios muertos, salgan de sus sepulcros, profetas dormidos vuelvan a la vida, ejercito de Dios, ponte de pie nuevamente, familia destruida vuelve a la vida, hombre menospreciado vuelve a la vida, mujer violentada eres libre!! espíritu de muerte huye de esta iglesia, cadenas generacionales sean cortadas, son las palabras de Dios en este tiempo, es la palabra que está en el corazón de quienes están escuchando la voz de Dios.

II.                El espíritu.
La palabra espíritu es uno de los vocablos más amplios de la biblia, se puede referir al espíritu de Dios como a un espíritu inmundo, al espíritu humano como a la actitud o intención de una persona, en este capitulo está íntimamente ligado a la vida. Dios sopló en el hombre aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente, pero también distinguimos como espíritu aquella parte del hombre en la que Dios habita; por tanto el que no conoce a Cristo esta muerto en su espíritu; el nacido de nuevo es un ser espiritual en el sentido que Cristo mora en su espíritu, por eso el hombre natural no discierne la voz de Dios y la palabra no hace efecto en su vida, a menos que Dios le de vida para escuchar la palabra con fe.

Por otra parte se suele confundir el alma con el espíritu, el alma tiene que ver con los sentimientos, las emociones, el carácter y el temperamento; son cualidades eminentemente humanas, y está ubicada en la mente, son las zonas oscuras de la conciencia a lo que la psiquiatría y la psicología está recién describiendo, es lo que la biblia llama el corazón o el espíritu de la mente.
Ahora bien, la palabra que el profeta Ezequiel hizo un efecto parcial, los huesos secos cambiaron en su apariencia pero no en su naturaleza, seguían estando muertos, la vida de Cristo se produce en espíritu, solo ahí la palabra se hace viva y eficaz, el problema es que muchos escuchan la palabra solo con el alma, por eso la palabra les provoca alegría, satisfacción intelectual, euforia, incluso algunos se enojan si el contenido del mensaje no es del gusto del que escucha, y muchos predicadores han caído en el juego, sermones altamente emotivos, mucho ruido, mucha intelectualidad, para que el alma se agrade del sermón o del mensaje de Dios, y aparentemente hay efectos pero son almaticos, es solo el ruido el estruendo pero siguen muertos, es por eso que detrás de iglesias aparentemente muy espirituales hay pecados escondidos, vidas mediocres sin fruto del espíritu solo obras del alma. Avivamientos almáticos, que llevan a la soberbia y a la división, ministerios almaticos que levantan ídolos paganos en la iglesia de Dios, oraciones que son un fluir de la carne sin poder solo fuerza de carácter, es eso lo que ha matado al pueblo de Dios. Pero bendito sea Dios por los que escuchan con el espíritu, por los que oran en el espíritu, esos son huesos de esta iglesia desde donde fluye la vida, la energía vital, sino estaríamos muertos. El mensaje de Ezequiel fue al espíritu, este mensaje es para el espíritu del verdadero pueblo de Dios, es para los que Dios quiere despertar en este tiempo difícil.

Y esta fue la palabra de Dios al espíritu de su pueblo:  Yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío; os haré subir de vuestras sepulturas. Saben a quienes el Señor llamó sepulcros, a los fariseos, !sepulcros blanqueados! A los religiosos de su tiempo, la religiosidad, un evangelio de religión, de obras muertas, un evangelio almático son los sepulcros de los que hay que subir, muchos anhelan la vida de Cristo, pero no puedes recibir el espíritu santo en un sepulcro, anhelan ser usados por Dios pero con una religiosidad a cuestas, con estructuras en la mente que Dios debe amoldarse a mi propias bondad que he construido, pero el que se entrega a la gracia de Dios aunque sea un hueso seco Dios le dará vida, aunque esté tirado en el valle se levantará por obra del espíritu. Es por eso, que a menudo Dios usa a recién convertido o a grandes pecadores, solo porque están más conscientes de la obra salvadora de Cristo, son como el hijo pródigo, este estaba muerto pero ahora vive, y quienes hemos sido criados en los caminos de Dios, nos estorban nuestras estructuras, nuestra piedad, nuestro evangelio almático, pero si crees en tu espíritu, si dejas que la gracia borre tus méritos, tus obras, y la sola Fe en Jesús hará de esta iglesia una iglesia de gigantes, de soldados de Cristo.

Quiero orar en esta mañana, por cada uno de ustedes, alomejor ni sabes si eres o no un cristiano, solo mira a Jesús el que cree en el no será avergonzado.
El espíritu es vida, la palabra de Dios es espíritu y vida, y en esta mañana hay vida, hay vida para tu familia, hay vida para tu llamado.... !vivirán estos huesos! !Señor tu lo sabes!

Espíritu de vida, espíritu de Dios, necesitamos que nos des vida, ven sobre los tuyos, ven sobre tu pueblo, despierta a tus siervos y siervas, despierta a los jóvenes, a los profetas.... Trae vida de Cristo donde hay muerte, necesitamos la vida de Cristo, que los huesos secos sean levantados Oh Dios hazlo por tu espíritu.
Te necesitamos Jesús.




Solo Deo Gloria.

domingo, 13 de abril de 2014

La necesidad de ser despertado, Sermón predicado domingo 6 de Abril de 2014 en pto. Montt. Por: Fernando Madariaga C.

Hageo 1:12-15.
La Necesidad de ser Despertados.

Propósito: Entender la necesidad que hoy tenemos de ser despertados en nuestro espíritu para hacer la obra de Dios.-
Hageo 1:12  Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel,  y Josué hijo de Josadac,  sumo sacerdote,  y todo el resto del pueblo,  la voz de Jehová su Dios,  y las palabras del profeta Hageo,  como le había enviado Jehová su Dios;  y temió el pueblo delante de Jehová.
13  Entonces Hageo,  enviado de Jehová,  habló por mandato de Jehová al pueblo,  diciendo: Yo estoy con vosotros,  dice Jehová.
14  Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel,  gobernador de Judá,  y el espíritu de Josué hijo de Josadac,  sumo sacerdote,  y el espíritu de todo el resto del pueblo;  y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos,  su Dios,
15  en el día veinticuatro del mes sexto,  en el segundo año del rey Darío.

Introducción.
Antes de entrar al tema del sermón propiamente tal es preciso recordar algo de la historia Judía. El año 931 A.C muere el rey Salomón, dando término a la monarquía de Israel como un solo estado, ya que desde esta fecha se dividió el reino, quedando 10 tribus en el reino del Norte cuya capital fue samaria, y las 2 restantes como el reino del sur o Judá  cuya capital fue Jerusalén. Este periodo de la historia del pueblo de Dios se caracterizó por la decadencia espiritual del pueblo de Dios, idolatría e inmoralidad, ahí se escuchó la voz de profetas como Isaías o Jeremías, quienes advirtieron a ambos reinados la inminente destrucción y juicio de Dios. Fue así como el año 722 A.C cae el reino del norte o Israel cuya capital era Samaria en manos de los Asirios, el imperio Asirio deportó a los Israelitas y puso otros pueblos a vivir en esta región del norte de la nación de Israel, así nacen los que en el tiempo de Jesús se les conoció como los Samaritanos, 134 años después el 586 – 87, A.C cae el reino del sur a manos de los Babilónicos en los días de Nabucodonosor II, entran a Jerusalén y la saquean y destruyen entre esos destrozos derriban el templo de Salomón. Cabe destacar que los Babilonios a no ponen a otros pueblos a vivir en Jerusalén sino la dejan en ruinas junto a ancianos y gente enferma, eso sí, se llevan 50.000 cautivos a Babilonia. Aquí comienza un periodo profético al cual se le conoce como la diáspora judía o la dispersión, sin embargo el año 534 una primera oleada de judíos regresa a Jerusalén liderados por Zorobabel. Los libros de Esdras y Nehemías son un relato más detallado de este periodo de tiempo y aquí también encontramos la profesia de Hageo y Zacarías.

El libro de Hageo, del cual hemos leído un par de versículos es un llamado a despertar al pueblo ocioso y animarlos a concluir el templo de Dios. Fue fácil lograr empezar el trabajo cuando acababan de llegar a la Tierra Santa, por cuanto todos tenían dedicación y entusiasmo. Pero después de meses de pruebas y oposición, la obra se hizo más lenta y a la larga se detuvo por 15 años. Pero ¿qué nos dice el profeta Hageo hoy?, ¿tendrá Dios la misma necesidad de despertar a su pueblo a hacer la obra de Dios? Para eso debemos entender primero que significaba el Templo.

Edificado en los días de Salomón, el templo, era el tabernáculo, el lugar que Dios ordenó construir para ser la base, el eje y el motor de la vida espiritual del pueblo de Israel.
En el templo se adoraba a Dios, se realizaban los sacrificios, se celebraban las grandes fiestas de los judíos, como la pascua y los tabernáculos. El templo era el orgullo de la nación puesto que simbolizaba que Dios estaba con su pueblo. Pero aquel lugar había sido destruido en el 587 antes de Cristo, los ejércitos Babilónicos de Nabucodonosor II, habían entrado a la ciudad, la habían destruido y saqueado incluyendo el magnífico tempo de Salomón.

Esta generación fue exiliada a Babilonia, obligada a vivir en una tierra ajena a la que Dios prometió a Abraham. Pero ahora habían regresado unos 50 años después un primer grupo liderado por Zorobabel, y habían comenzado la reconstrucción de la ciudad y del templo, en ese tiempo habían echado sus cimientos, sin embargo , como nos relata el libro de Esdras, la oposición de los pueblos cercanos les hizo desistir de esa empresa, así que por 15 años la reconstrucción del templo había sido postergada, los enemigos del pueblo de Israel no tenían problemas que construyan casas, que trabajen, que siembren y cosechen como cualquiera de esos pueblos, el problema era que no reconstruyeran el templo, que no volvieran a edificar sobre las ruinas del templo de Salomón, estos pueblos sabían que no importaba si el pueblo de Israel era pequeño, sin un gran ejército, sin grandes recursos, si el Dios de los cielos estaba con ellos, iban a prevalecer por sobre las otras naciones como en los días de Moisés y de Josué cuando Dios les sacó de Egipto con mano poderosa.

La reconstrucción de un templo no era un simple edificio sino era la restauración de la misma presencia de Dios en medio de su pueblo, el altar, los sacrificios, el oficio de los sacerdotes las ofrendas en el alfolí, eran verdaderos medios de gracia en medio de un pueblo que necesitaba ser restaurado.
Hoy en día, Dios no nos llama a edificar un templo físico, independientemente que sea necesario construir edificios para reunirnos, Dios nos llama a restaurar su presencia en medio de su pueblo, Dios no necesita un templo para manifestarse, Dios necesita corazones, donde habitar, gente que manifieste su presencia, el deseo de Dios ha sido siempre que su presencia real, sin la mediación de una estructura esté en medio de su pueblo.

Ezequiel 37:27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
28 Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre."

Y de la misma manera el Apóstol Pablo nos dice en 2da. a los Corintios 6, verso 16.
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.

Por las evidencias de la palabra, podemos entender que el llamado de Hageo, resuena en la Iglesia del siglo XXI, como un profundo ha llamado a restaurar su presencia en medio de una sociedad que quiere vivir a espaldas de Dios.
Esta palabra le habla a una Iglesia entretenida en las estructuras eclesiásticas, entretenida y afanada en la vida moderna, que ha cambiado la presencia de Dios por cualquier cosa; por una biblia bajo el brazo, por un himnario, un atuendo especial que le dice a la sociedad que perteneces a una determinada religión, pero el mundo espiritual jamás se ha dado cuenta que perteneces a Cristo.

Justificas tu falta de presencia con tus logros, con tu prosperidad material, con tu buena ventura, tus buenas obras, tus oraciones en la carne, que han hecho que el oído de Dios se aleje cada día más de tus plegarias. La presencia de Dios mis queridos, no tiene parangón, no tiene punto de comparación con ninguna realidad ni puede maquillada, ni copiada.

Un hombre una mujer que ha perdido la presencia de Dios, sabe que ha perdido el tesoro más grande y que ni oro ni plata, ni una vida piadosa ante los demás puede compararse a la presencia de Dios mismo en tu corazón. Eres el ser más desventurado de esta tierra si has perdido, como el pueblo de Israel, el tabernáculo, el templo, su presencia.

Por eso, restaurar la presencia de Dios en medio de su pueblo es la convocatoria más solemne del Espíritu Santo para nosotros en este tiempo. Hemos sentido como líderes de esta congregación llamar a cada familia a buscar a Dios en este año, creemos que Dios tiene un mensaje poderoso para cada familia de la Iglesia, por eso predicar en esta mañana no es exponer unas cuantas verdades solo con la buena intención de edificarles, sino ser un mensaje de la voz de Dios para nosotros en este tiempo.

No soy profeta, ni hijo de profeta, pero tengo el mismo Dios del profeta Hageo, y deseo que esta palabra hable a su espíritu en esta mañana, tengo fe, no en mí mismo, sino en esta santa palabra ¡viva y eficaz! Que golpea las conciencias más duras y deshace el piadoso caparazón de nuestro cuerpo y alma y nos desnuda ante la realidad de nuestro espíritu. Ese es el poder de la palabra.
¡Que Dios me ayude¡.

En primer lugar, fijemos nuestra mirada en el verso 14;
14  Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel,  gobernador de Judá,  y el espíritu de Josué hijo de Josadac,  sumo sacerdote,  y el espíritu de todo el resto del pueblo;  y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos,  su Dios,

Después de haberle entregado la palabra primero a los líderes, y luego al pueblo, Hageo discierne con esta expresión, “despertó Dios”, supo que la motivación que había en el pueblo fue un despertar generado por Dios.

En el A.T esta palabra significa; despertarse, remover, provocar. Y denota el accionar soberano y poderosos de Dios ante alguna circunstancia imposible de abordar en términos humanos. Por ejemplo vemos en el Salmo 7 verso 6 la oración del rey David.
Levántate,  oh Jehová,  en tu ira;
Alzate en contra de la furia de mis angustiadores,
Y despierta en favor mío el juicio que mandaste.
Y quiero desarrollar 4 aspectos de esta palabra despertar.

I.            El origen de este despertar.

Qué importante es saber que Dios es realmente quien despierta a su pueblo.

Muchas veces somos despertados por nosotros mismos, por nuestros sentimientos y emociones. Queremos hacer la obra de Dios como fruto de nuestra pasión, de nuestro buen deseo de agradar a Dios, pero rápidamente descubrimos que no es Dios quien nos despierta. Muchos predicadores “motivan” a la gente a ser mejores a alcanzar sueños, logros y metas en la vida, a visualizar su futuro, y les enseñan a esforzarse al máximo, pero nuestro mayor esfuerzo nunca será suficiente, tal vez alcanzarás metas, disfrutarás logros, pero tu carácter nunca será formado como Dios quiere formarlo, porque en cada logro de la vida El Señor quiere que nuestro corazón diga como el Apóstol Pablo, por la Gracia de Dios soy lo que soy.
Por estos mensajes carente verdad y permeados del espíritu exitista de este siglo, ha surgido, muy en especial en los jóvenes una iglesia egoísta y amadora de sí misma, amante del lujo y del bien estar y que al igual que el pueblo de Israel, trabajan y reciben en saco roto, no disfrutan ninguna de las bendiciones que Dios les da, tiene un carácter sumamente débil, inestable, vulnerable a cualquier crisis porque lo que Dios quiere forjar en su presencia, no son nuestras metas, proyectos y sueños, sino nuestro carácter.

Cuando una Iglesia no es despertada por Dios, es despertada por cualquier otro factor, a veces lo es por buenos sentimientos de amar al prójimo, de ser benefactores de esta sociedad, a hacer buenas obras, lo cual en sí mismo no es malo, pero no es necesariamente un despertar de Dios.

A veces, somos despertados por fines egoístas, a construir nuestros propios imperios, o en un abierto espíritu de rivalidad contra otros, como en los días del Apóstol Pablo, muchos predicaban el evangelio por contienda, y Dios también puede en su permisiva voluntad dar fruto a estos ministerios, sin embargo eso no quiere decir que Dios les ha despertado a hacer su obra.

También a veces, nuestro servicio al Señor es despertado por un deseo de autosatisfacción espiritual, el deseo de sentirse superior en lo espiritual, anhelas dones espirituales no para honrar al Señor sino para tener un nombre de profeta o de instrumento de Dios, quieres hacer la obra de Dios, pero con un sentimiento de honrarte a ti mismo. La verdad es que es Dios el único que puede despertar a su iglesia.

II.          La naturaleza de este despertar.

Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel,  gobernador de Judá,  y el espíritu de Josué hijo de Josadac,  sumo sacerdote,  y el espíritu de todo el resto del pueblo.

Fijémonos como en este verso se destaca la palabra espíritu. La forma, la naturaleza de este despertar es especial. El ser humano es cuerpo, es alma y es espíritu. El nuevo testamento nos aclara esta verdad. La mayoría de la gente es cuerpo y alma, pero cuando escuchamos la palabra de Dios por primera vez, nacemos a una vida espiritual, y el espíritu que estaba muerto vive por medio de la palabra.

El alma se refiere a los sentimientos y emociones humanas, a las intenciones del corazón del hombre que es gobernada por nuestra naturaleza pecaminosa. El secreto de la vida cristiana es que el espíritu gobierne nuestro cuerpo y alma. En el espíritu es donde habita el Señor, donde está la vida de Cristo, donde hemos sido santificados, pero el espíritu debe prevalecer a la fuerza del alma y del cuerpo.

Por eso Dios siempre que habla, lo hace al espíritu. En la profecía de Ezequiel 37 en el valle de los huesos secos la palabra de Dios debía ser dicha al espíritu, Dios le habla al profeta y le dice; habla al espíritu, y los huesos tuvieron vida, asimismo Dios nos da vida por su palabra que llega a nuestro espíritu.

El problema es que nuestros sentidos no están preparados para escuchar la voz del espíritu y muchos son engañados a escuchar en carne solamente.

Cuando la palabra de Dios es escuchada en la carne, también despertamos en la carne, y dependiendo con qué sentimientos escuchamos la palabra de Dios, serán los sentimientos que se despertarán en nosotros.

-  Cuando escuchamos la palabra como discurso intelectual, estamos llanos a admirar, la exegesis del sermón la correcta hermenéutica y el estilo y retórica de quien predica. Al contrario, cuando el mensaje no viene en esos parámetros, de pureza doctrinal, de cuidada elegancia, rechazamos fehacientemente todo el mensaje y nos volvemos en catadores de sermones y no en buenos oidores. Qué bueno que Spurgeon, el célebre predicador Ingles, no escuchó así la palabra, puesto que cuando este hombre recibió a Cristo lo hizo en un pequeño templo rural con un mensaje muy sencillo y carente de todas estas cualidades que hoy se pretende ensalzar en nuestros púlpitos.
-  A veces, escuchamos la palabra con un aire de satisfacción, porque nada de lo que se dice me afecta a mí, sino al otro, a este hermano a aquél hermano, y lo que se despierta es la soberbia y la superioridad. Salvo cuando la palabra te hable directamente reaccionarás con ira y rechazo.
-  La palabra dicha al oído humano, despierta emociones humanas, despierta envidias, contiendas, falsos sentimientos de alegría y seguridad; pero qué distinto cuando escuchamos con el espíritu, la palabra va acompañada con fe, para creerle a Dios. La palabra es efectiva porque ha llegado donde Dios quiere que lleguemos.
-  Las cosas de Dios se disciernen en el espíritu. Cuando el hombre dice no puedo orar conforme a tu voluntad, el espíritu intercede con gemidos indecibles…
Mi pregunta hoy es, qué se ha despertado en nosotros últimamente al escuchar la palabra de Dios, qué es lo que está despierto en nosotros. Nuestras obras hablan por nosotros y nos dicen cosas. La ira, la contienda la envidia, los celos, el hurto, el robo, el desánimo, todas estas son obras de la carne y son pruebas que lo que está despierto en nosotros es nuestra carne y no nuestro espíritu.

Pero Dios quiere despertar el espíritu de su pueblo como en los días de Hageo. Quiere despertar a su iglesia para vivir en sus propósitos.

III.        Las evidencias de este despertar.

Cuando Dios despierta el espíritu hay evidencias visibles, elementos que nos permitirán distinguir si el despertar es del espíritu o de la carne.

A.                     La Palabra.
Todo despertar de Dios comienza con una palabra de Dios. Hageo fue el hombre que trajo la exhortación para que el pueblo despierte, todo este libro son 4 sermones, 4 llamados a volverse a Dios, 4 llamados al espíritu.
Lo que despierta a una Iglesia es la palabra, lo que mantiene viva a su iglesia es el poder de la palabra de Dios. Por eso ame la palabra de Dios, ore para que la palabra sea predicada y enseñada con poder y autoridad, la única herramienta ante pueblo dormido en el espíritu y despierto en su alma es su palabra, cuando vamos a la presencia de Dios y dejamos que Dios nos revele sus palabra nos entregue su voluntad por medio de su palabra eso se tornara en un mensaje poderoso para el que escucha. La conciencia de los escogidos es removida cuando escucha la palabra. Hay quienes piensan que la Iglesia se sustenta en señales, en milagros, en sanidades, y yo creo en todas estas cosas, pero nadie se ha salvado por una sanidad sino por escuchar la palabra. La fe viene por el oir y el oir la palabra de Dios.

Otros creen que una Iglesia es despertada cuando hay grandes objetivos materiales, un templo, un proyecto, un congreso un evento, una vigilia de alabanza con mucho jolgorio, perdóneme mi hermano pero estás cosas jamás despertarán a la Iglesia. Si usted espera estas cosas para despertar jamás despertará en su espíritu, su carne lo hará por unos días pero su espíritu jamás. También, en nuestros medios carismáticos, hay quienes piensan que una Iglesia despierta es una iglesia con muchos dones espirituales, y yo creo en todo los dones bíblicos, práctico los dones, pero Dios no despierta a la Iglesia por medio de dones y carismas sino por su palabra.

El Apostol Pedro, dice; 2Pe 1:13  Pues tengo por justo,  en tanto que estoy en este cuerpo,  el despertaros con amonestación.

Jesús dijo; mis palabra son espíritu y vida.

Por tanto, siempre Dios despierta una iglesia, una familia, una persona, lo hace por medio de su palabra, no hay y no habrá, otra forma de despertar el espíritu del pueblo de Dios. Por eso, el Señor nos ha dado una palabra para las familias de la Iglesia porque el Señor nos quiere despertar como familias.

B.                     Temor de Dios.
Dice el verso 12. …” y temió el pueblo delante de Jehová.”.
El temor de Dios, no tiene que ver con el miedo, sino con respeto y reverencia. Es la conciencia permanente que Dios nos ve, que nos escucha y que responde. Después de 15 años que habían abandonado la obra Dios, el pueblo temió porque se dio cuanta en la desobediencia en que vivían. El temor de Dios les llevó a reconocer su pecado y estar dispuesto hacer la obra de Dios.
Hebreos 12:28, nos ilustra muy bien esta verdad.

Así que,  recibiendo nosotros un reino inconmovible,  tengamos gratitud,  y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.
Cuando un pueblo despierta, hay temor de Dios. Si no observas el temor de Dios en una Iglesia, en una familia, en una persona, estos no han sido despertados por el Señor.

C.                     Un diseño y un  propósito.
El verso 14 nos dice. … y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos,  su Dios,
Dios tenía un propósito específico con su pueblo, que construyeran su casa. La verdad es que ya explique todo lo que significaba el templo. Pero aquí hay un principio importante, Dios despierta en base a un diseño y un propósito. Pensemos en los propósitos de Dios para este tiempo; extender el reino de Dios, restaurar las familias, traer la presencia de Dios a nuestras vidas e Iglesia. Piensa en que Dios también tiene propósitos con tu misma familia y persona. Incluso las cosas materiales que haces deben estar subordinadas a un propósito y un diseño de Dios, nada de lo que Dios hace es carente de sentido. Restaurar la presencia de Dios, es el propósito que me mueve a hablarles esta mañana. Alomejor en tus fuerzas te sientes cansado e incapaz de hacer propósito de Dios, pero aun así Dios quiere despertarte. Tal vez nos sentimos como los discípulos al querer orar con Jesús.

Lucas 9:32  Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño;  mas permaneciendo despiertos,  vieron la gloria de Jesús,  y a los dos varones que estaban con él.



D.                     Jerarquía, orden y gobierno.

La última evidencia que quiero destacar en este punto es la jerarquía el orden y el gobierno. Hageo llamó primero a los líderes, y recalcó el orden en que Dios despierta.

v. 14  Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel,  gobernador de Judá,  y el espíritu de Josué hijo de Josadac,  sumo sacerdote,  y el espíritu de todo el resto del pueblo;

Esto nos habla de dos cosas:

1. Dios despierta primeramente a los líderes. Si Dios no comienza esto con nosotros ¿a quién va a despertar?. El presbiterio se fortaleció con nuevos ancianos, necesitamos estar más despiertos que nunca. Los diáconos necesitan estar despiertos. Los líderes, los colaboradores, los encargados de cada local, necesitan estar más despiertos que nunca, y Dios va a empezar por nosotros.
2.                       Y lo segundo, es que la palabra de Dios, viene primero a la cabeza del pueblo. Así lo ha determinado el Señor. Tal vez alguien dirá, entonces al único que puede hablarle el Señor es al pastor o a los ancianos. No, pero antes de contar lo que Dios le habló venga a los ancianos, venga al pastor y cuente lo que Dios le dijo, para discernir la pertinencia de su mensaje. Hageo no salió por las calles a gritar el mensaje fue donde los líderes. Es por eso que yo no creo en las profecías clandestinas dichas en las sombras, así habla el diablo no el Señor, una verdadera profecía no tiene problemas en que sea examinada. Digo esto, porque este año en las casas El señor va a hablar fuertemente, y dirá cosas para ustedes en privado como familia y mensajes para la Iglesia, sea obediente y guíese por este principio para que siga despierto.

IV.       La necesidad de despertar

En los días de Hageo, Dios necesitaba despertar a su pueblo eran días en que los enemigos del pueblo de Dios rondaban día y noche al pueblo, lea Esdras y Nehemías y verá la fuerte oposición que tuvieron los líderes de Israel.
Hoy también somos rondados, por enemigos internos y externos, naturales y espirituales; y necesitamos despertar porque la fuerza de las tinieblas quiere dormirnos.

El apóstol Pablo nos dice.
Romanos 13:11  Y esto,  conociendo el tiempo,  que es ya hora de levantarnos del sueño;  porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.

Efesios 5, 11-14
11  Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas,  sino más bien reprendedlas;
12  porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
13  Mas todas las cosas,  cuando son puestas en evidencia por la luz,  son hechas manifiestas;  porque la luz es lo que manifiesta todo.
14  Por lo cual dice:
Despiértate,  tú que duermes,
 Y levántate de los muertos,
 Y te alumbrará Cristo.
Las tinieblas que hay sobre esta humanidad, que hay en esta sociedad nuestra, incluso en nuestro contexto cristiano evangélico, demandan con urgencia una Iglesia despierta en el espíritu.

Hay una palabra muy fuerte en mi corazón, es lo que el Señor nos quiere hablar hoy.

Vienen días de caos social, moral y espiritual a nuestra nación, nuestra ciudad atraviesa por una enorme apostasía, el corazón del pueblo de Dios en esta ciudad esta revelado contra Dios. Pero yo he elegido esta congregación para ser luz en medio de la enorme oscuridad que prevalece. Esta tierra está enferma por causa del pecado del pueblo de Dios.

No intentes despertar en la carne a quien no quiere ser despertado, sino permite al espíritu de Dios despertar a los suyos, él ha guardado para esta hora en la Iglesia a sus instrumentos ha de levantar a sus siervos con una palabra de poder, que los mismos cimientos de las familias serán conmovidos, Queridos pastores, el Señor les dará en este tiempo una palabra de reconciliación, pondrá en su boca mensajes que nunca antes habéis hablado… Querida Iglesia, serán despertados por mi espíritu mis instrumentos, mis elegidos, yo los haré fuerte en medio de ustedes, para traer un mensaje profético. Aprenderán a reconocer mi voz porque hablaré con claridad. Yo dice el Señor, hoy les despierto para mis propósitos, yo les despierto hoy dice el Señor.

La última pregunta, es… a qué te despierta Dios hoy… solo Dios podrá hablarte hoy a tu corazón y despertarte.

Escucha la voz del Señor.